
El seminario de guerra y LIJ nos ha permitido conocer a varios ponentes expertos en la segunda república y guerra civil española, un tema que pretende esconderse en el olvido.
La guerra civil fue un momento histórico en el que la república
elegida democráticamente fue sustituida por una dictadura que, posteriormente, recortaría
las libertades de todas las personas que vivían en España. Así mismo, la
dictadura impuesta por un golpe de estado estaba apoyada por algunas potencias
mundiales, como es el caso de EEUU, que permitieron que se silenciaran a mujeres y hombres que habían luchado por la justicia,
la igualdad y la libertad, sometidos ahora a la humillación de un gobierno
clasista y sexista.
Esta dictadura nos produjo cien años de retroceso, pues las metodologías
educativas, los progresos sociales e incluso la democracia nos parece hoy por
hoy un hecho novedoso.
Por otra parte, la república permitió que conviviese una población
heterogénea en ideales y religión (al menos),
en un contexto en el que se apoyaba la cultura y la igualdad de
oportunidades, así como el libre pensamiento, surgiendo de esta manera la Federación anarquista ibérica, Mujeres libres, Centros de colaboración Educativa y los congresos pedagógicos entre otros muchos, gracias
a los cuales se pretendía mejorar las condiciones de vida de toda la población de
una forma equitativa.
Respecto al seminario, este ha resultado ameno, ya que el
tema era muy interesante, pero, es cierto que había una cantidad insoluble de información
para un tiempo tan reducido y es difícil acordarse y asimilar todo lo que se
dijo. Sin embargo, a grandes rasgos, se
quedaron marcadas en nuestras mentes las ideas de resurrección de la historia
silenciada, como dice la canción de Barricada “Lo que entierran no son huesos
son las semillas que van creciendo”.
En definitiva, lo que queremos decir es que, aunque no sea
nuestro deber el recuperar la memoria histórica (es deber del Estado, o debería
serlo) sí que nos sentimos responsables de encontrar la forma de hacer llegar
a la población aquella realidad tan cercana. En nuestro caso, como futuros
docentes, la mejor forma de hacer llegar este pasado a las nuevas generaciones
es a través de la lengua oral, podríamos invitar a los abuelos y abuelas de
nuestro alumnado para que nos contaran las vivencias, el punto de vista y los
sentimientos perdidos en los recuerdos de un ayer. Como se nos hizo a nosotros en el seminario a través,
en este caso, de una entrevista grabada a una maestra del maestrazgo, llamada
Tremedal Martí Julià, que nos evocó, incluso a los que no los hemos vivido, a aquellos años del franquismo.
Por otra parte, la LIJ es una herramienta eficaz para crear empatía
y luchar contra la violencia, recurso
que se tuvo muy en cuenta en el seminario, ya que se nos ofrecieron una gran
cantidad de libros para trabajar el origen, puntos de vista y consecuencias de la
guerra, proponiendo un esquema creciente en comprensión de la misma, así, varios
libros como El petit soldat o L’enemic
son ejemplos de recursos literarios para trabajar el no a la guerra. No obstante, es curioso que mientras de la II guerra mundial existen muchos libros que la
denuncien, de la Guerra Civil Española apenas se encuentran o cuesta mucho
hallarlos, otra prueba más del disparo silenciador de la clase dominante. Finalmente,
libros como La llave y Akim corre, muestran las consecuencias catastróficas
de la guerra desde un punto más humano, como hacían los fotógrafos Robert Capa o Quim.
Antes de terminar, debo decir que desde mi punto de vista,
el hecho de que existan muchos libros de la II Guerra Mundial me parece algo
positivo, ya que se debe trabajar el tema pero también me asombra que durante
el seminario, los libros mostrados trabajen un único punto de vista del nazismo, es decir,
se basan en el punto de vista de los Judíos, de los campos de concentración, de
la humillación a la que se vieron sometidos etc. Pero no se comenta nada de
todas esas personas ideológicamente de izquierdas que murieron por defender los
derechos de judíos y otras etnias, apareciendo silenciados incluso en la LIJ.
Continuando con este punto de vista, libros como Los conquistadores, que pretenden
inculcar un no a la guerra mantienen un
fuerte componente ideológico, pues los
dos bandos enfrentados son rojos y azules, colores que se identifican con el bando de izquierdas y el
de derechas respectivamente. Estos colores, en esta temática, generan una visión
superficial de la guerra, ya que muchas de las veces la guerra no ocurre porque
dos bandos quieran luchar, sino porque uno quiere colonizar y destruir al otro,
por tanto, dar una visión tan superficial desde un punto de vista que no suele
ocurrir no me parece lo más idóneo.
Para ir acabando, quisiéramos agradecer la oportunidad de
haber podido asistir gratuitamente,
gracias al altruismo de todos los que han trabajado para que esto sea
posible, a un seminario con tantas alternativas educativas, valores y
diversidad que hasta hoy en día nos parece novedoso, una etapa de la historia
llena de progreso que se mantuvo petrificada durante 42 años.
No hay comentarios:
Publicar un comentario