jueves, 8 de diciembre de 2016

Guerra Civil Española: Literatura infantil y juvenil.






El seminario de guerra y LIJ nos ha permitido conocer a varios ponentes expertos en la segunda república y guerra civil española, un tema que pretende  esconderse en el olvido.

La guerra civil fue un momento histórico en el que la república elegida democráticamente fue sustituida por una dictadura que, posteriormente, recortaría las libertades de todas las personas que vivían en España. Así mismo, la dictadura impuesta por un golpe de estado estaba apoyada por algunas potencias mundiales, como es el caso de EEUU, que permitieron que se silenciaran  a mujeres y hombres que habían luchado por la justicia, la igualdad y la libertad, sometidos ahora a la humillación de un gobierno clasista y sexista.
Esta dictadura nos produjo cien años de retroceso, pues las metodologías educativas, los progresos sociales e incluso la democracia nos parece hoy por hoy un hecho novedoso. 

Por otra parte, la república permitió que conviviese una población heterogénea en ideales y religión (al menos),  en un contexto en el que se apoyaba la cultura y la igualdad de oportunidades, así como el libre pensamiento, surgiendo de esta manera la Federación anarquista ibérica, Mujeres libres, Centros de colaboración Educativa y los congresos pedagógicos entre otros muchos, gracias a los cuales se pretendía mejorar las condiciones de vida de toda la población de una forma equitativa. 

Respecto al seminario, este ha resultado ameno, ya que el tema era muy interesante, pero, es cierto que había una cantidad insoluble de información para un tiempo tan reducido y es difícil acordarse y asimilar todo lo que se dijo. Sin embargo,  a grandes rasgos, se quedaron marcadas en nuestras mentes las ideas de resurrección de la historia silenciada, como dice la canción de Barricada “Lo que entierran no son huesos son las semillas que van creciendo”

En definitiva, lo que queremos decir es que, aunque no sea nuestro deber el recuperar la memoria histórica (es deber del Estado, o debería serlo) sí que nos sentimos responsables de encontrar la forma de hacer llegar a la población aquella realidad tan cercana. En nuestro caso, como futuros docentes, la mejor forma de hacer llegar este pasado a las nuevas generaciones es a través de la lengua oral, podríamos invitar a los abuelos y abuelas de nuestro alumnado para que nos contaran las vivencias, el punto de vista y los sentimientos perdidos en los recuerdos de un ayer.  Como se nos hizo a nosotros en el seminario a través, en este caso, de una entrevista grabada a una maestra del maestrazgo, llamada Tremedal Martí Julià, que nos evocó, incluso a los que no los hemos vivido,  a aquellos años del franquismo.

Por otra parte, la LIJ es una herramienta eficaz para crear empatía y luchar contra la violencia,  recurso que se tuvo muy en cuenta en el seminario, ya que se nos ofrecieron una gran cantidad de libros para trabajar el origen, puntos de vista y consecuencias de la guerra, proponiendo un esquema creciente en comprensión de la misma,  así,  varios libros como  El petit soldat o L’enemic son ejemplos de recursos literarios para trabajar el no a la guerra. No obstante, es  curioso  que mientras de la II guerra mundial existen muchos libros que la denuncien, de la Guerra Civil Española apenas se encuentran o cuesta mucho hallarlos, otra prueba más del disparo silenciador de la clase dominante. Finalmente, libros como La llave y Akim corre, muestran las consecuencias catastróficas de la guerra desde un punto más humano, como hacían los fotógrafos  Robert Capa o Quim.

Antes de terminar, debo decir que desde mi punto de vista, el hecho de que existan muchos libros de la II Guerra Mundial me parece algo positivo, ya que se debe trabajar el tema pero también me asombra que durante el seminario, los libros mostrados trabajen  un único punto de vista del nazismo, es decir, se basan en el punto de vista de los Judíos, de los campos de concentración, de la humillación a la que se vieron sometidos etc. Pero no se comenta nada de todas esas personas ideológicamente de izquierdas que murieron por defender los derechos de judíos y otras etnias, apareciendo silenciados incluso en la LIJ.

Continuando con este punto de vista, libros como Los conquistadores, que pretenden inculcar un  no a la guerra mantienen un fuerte componente ideológico,  pues los dos bandos enfrentados son rojos y azules, colores que  se identifican con el bando de izquierdas y el de derechas respectivamente. Estos colores, en esta temática, generan una visión superficial de la guerra, ya que muchas de las veces la guerra no ocurre porque dos bandos quieran luchar, sino porque uno quiere colonizar y destruir al otro, por tanto, dar una visión tan superficial desde un punto de vista que no suele ocurrir no me parece lo más idóneo.

Para ir acabando, quisiéramos agradecer la oportunidad de haber podido asistir gratuitamente,  gracias al altruismo de todos los que han trabajado para que esto sea posible, a un seminario con tantas alternativas educativas, valores y diversidad que hasta hoy en día nos parece novedoso, una etapa de la historia llena de progreso que se mantuvo petrificada durante 42 años.

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